Esta imagen, de autor desconocido, fue confiada a los Padres Franciscanos en el siglo XVII por el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición. Dicho Tribunal se hizo cargo de una capilla en el ex-convento, donde se colocó la imagen del Señor hasta que en 1721 se cede juridicamente a los franciscanos. La imagen es colocada en 1723 en el retablo mayor hasta que, avanzado el siglo XIX, pasa a la hornacina al fondo de la capilla de Santa Ana.
Cuando la Hermandad bajó a la imagen se percató de que sólo tenía medio cuerpo. Le faltaba por tallar toda la parte trasera que normalmente no se veía, puesto que no era una imagen para procesionar. Hubo que restaurarla, colocándole un nuevo pie de barro y rellenando su cuerpo con almohadones amarrados con cuerdas que se taparon con una túnica. Se reforzó la base del Cristo con listones de madera que lo sujetaban fuertemente al paso.
Este primer "Caío" procesionó de pie durante los dos primeros años, hasta que se acuerda hacer una nueva imagen, ya en posición de caída. Este nuevo Cristo mantuvo la cara del anterior, ya que era del agrado de los hermanos. Fue tallado por el jerezano Sebastián Campos y estrenado el Lunes Santo de 1943.
El primitivo Cristo de las Tres Caídas, de pie o con la rodilla al suelo, procesionó por las calles de Arcos de la Frontera hasta que en 1953 se estrenara la actual imagen de Castillo Lastrucci.
Fuentes:
- Libro "Real y Venerable Hdad. y Cofradía de Nazarenos de Ntro. Padre Jesús de las Tres Caídas y Mª Stma. de la Amargura" de D. Antonio Barea Alvarado, 2003.
- Boletín de la Hdad. de las Tres Caídas, año 1990 (Número especial por su 50 aniversario fundacional).