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viernes, 6 de febrero de 2015

EL PRIMITIVO CRISTO DEL PERDÓN DE ARCOS

Hace más de tres siglos, en la Basílica Menor de Santa María de la Asunción se rendía culto a otra imagen bajo la advocación del Stmo. Cristo del Perdón. Hasta que su Hermandad no lo sustituyera por el que se ha mantenido hasta la actualidad, el que aparece en las fotos era el Cristo titular de la Hdad. del Perdón de Arcos de la Frontera.
A partir de 1711 (año en que se estrena el nuevo) se le introduce en "el cuarto de los curas", decreciendo el interés por la imagen, llegándose prácticamente al olvido hasta que algún sacerdote de la Parroquia de Santa María lo donó al Hospital de San Juan de Dios, para la devoción de las monjas y los enfermos. Allí debió conocerla el sacerdote D. Julio Guzmán, quién en 1936 obtuvo su donación de las monjas ante la urgente necesidad de imágenes de culto en Huelva, una de las ciudades donde más fuerte sacudió el afán "anticatólico" de la guerra.
En la actualidad, el primitivo Cristo del Perdón está en la Iglesia Parroquial de San Pedro de Huelva, en cuya sacristía se encuentra. Este templo, con ocasión de la Guerra Civil, fue saqueado e incendiado el 21 de julio 1936 quedando destruido casi en su totalidad, perdiéndose todo su ajuar litúrgico, incluyendo retablos e imágenes. Posteriormente la iglesia se restauró y se reamuebló con esculturas que consiguió el párroco, D. Julio Guzmán López, en diversas poblaciones como Arcos de la Frontera, Villamartín, Villaverde del Río, Fuentes de León, etc




El sacerdote e historiador M. Carrasco Terriza fecha la imagen hacia 1500, aunque pudiera ser posterior, más avanzado el siglo. La imagen es de madera tallada y policromada y mide aproximadamente 1.40 metros, presentando tres clavos de punta de diamante, uno en los pies y otro en cada mano, estando el pie derecho cruzado sobre el izquierdo. El paño de pureza está tallado con cierta rigidez y llega a la altura media de los muslos de la imagen, anudándose de forma muy simple sobre la cadera derecha de la imagen sin mostrar ninguna abertura lateral. Posee una voluminosa corona de espinas tallada en la propia cabeza y de apariencia muy natural.





Fuentes: