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miércoles, 17 de febrero de 2016

EL AÑEJO ALTAR DE CULTOS DE LA HERMANDAD DE SAN ANTONIO

Cercana a mediados del siglo XX podría ser esta fotografía que la Hermandad de San Antonio publicaba en 2001 en un boletín extraordinario por su 350º Aniversario, y que recientemente rescataba a través de sus redes sociales. En la imagen, la Cuaresma inunda San Francisco con los cultos de Ntro. Señor Atado a la Columna, quien, acompañado de Mª Stma. de la Paz y San Juan Evangelista, coronaba el gran altar efímero intalado para tal ocasión. La estructura contaba con los entonces respiraderos del palio, en madera dorada, y con la antigua canastilla dorada del Señor de la que utilizaba su crestería para bordear el dosel, el cual remataba en su bambalina el escudo de la Hermandad.

Sin demasiadas flores ni candelería, sigue impresionando por su altura y vistosidad esta obra de la priostía de aquellos tiempos. Se reconocen en el montaje algunos elementos que si llegaron a nuestros días, como los ángeles luciferarios portando cuatro faroles de plata, que ahora iluminan el paso de San Antonio. La Virgen luce su saya morada bordada en oro combinada esta vez con manto liso, así como su corona de oro. El aspecto del Señor Atado a la Columna se aprecia anterior a su última restauración, al menos. Se presenta con sus potencias de plata y paño de pureza sobrepuesto al tallado. También San Juan Evangelista viste la túnica y mantolín bordados que han llegado a nuestros días. 
 


jueves, 31 de julio de 2014

EL PRIMITIVO CRISTO DE LAS TRES CAÍDAS

Fundada un año antes, en 1940, la Hdad. de las Tres Caídas esperaba ansiosamente su primera salida procesional, el Lunes Santo de 1941. Llegando el día, uno de los problemas que afrontar era qué imagen cristífera llevarían por las calles de Arcos. Cuando se estaba pensando dónde ir a buscar la imagen, varios hermanos se percataron de que allí mismo, en San Francisco, en la capilla de Santa Ana había un retablo que tenía un Cristo en relieve empotrado. Todos pensaron que podría servir, era el Cristo de la Inquisición.

Esta imagen, de autor desconocido, fue confiada a los Padres Franciscanos en el siglo XVII por el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición. Dicho Tribunal se hizo cargo de una capilla en el ex-convento, donde se colocó la imagen del Señor hasta que en 1721 se cede juridicamente a los franciscanos. La imagen es colocada en 1723 en el retablo mayor hasta que, avanzado el siglo XIX, pasa a la hornacina al fondo de la capilla de Santa Ana.

Cuando la Hermandad bajó a la imagen se percató de que sólo tenía medio cuerpo. Le faltaba por tallar toda la parte trasera que normalmente no se veía, puesto que no era una imagen para procesionar. Hubo que restaurarla, colocándole un nuevo pie de barro y rellenando su cuerpo con almohadones amarrados con cuerdas que se taparon con una túnica. Se reforzó la base del Cristo con listones de madera que lo sujetaban fuertemente al paso.




Este primer "Caío" procesionó de pie durante los dos primeros años, hasta que se acuerda hacer una nueva imagen, ya en posición de caída. Este nuevo Cristo mantuvo la cara del anterior, ya que era del agrado de los hermanos. Fue tallado por el jerezano Sebastián Campos y estrenado el Lunes Santo de 1943.

El primitivo Cristo de las Tres Caídas, de pie o con la rodilla al suelo, procesionó por las calles de Arcos de la Frontera hasta que en 1953 se estrenara la actual imagen de Castillo Lastrucci.


Fuentes:
  • Libro "Real y Venerable Hdad. y Cofradía de Nazarenos de Ntro. Padre Jesús de las Tres Caídas y Mª Stma. de la Amargura" de D. Antonio Barea Alvarado, 2003.  
  • Boletín de la Hdad. de las Tres Caídas, año 1990 (Número especial por su 50 aniversario fundacional).

lunes, 14 de julio de 2014

EL MANTO CENTENARIO DE LA VIRGEN DE LA PAZ

 Actualmente, la Virgen de la Paz, de la Hdad. de San Antonio de Arcos, posee dos mantos de salida. Uno en terciopelo blanco que se adquirió en 2010 junto el nuevo palio, y otro, que presentamos a continuación, en terciopelo morado bordado en oro.

Este manto fue bordado en 1899 en Cádiz, en el taller de D. José Iraola Sáenz de Tejada, quien lo regaló a la Hermandad a través de una hermana que prestaba servicio doméstico en su casa. El manto, en terciopelo morado, posee bordados en hilo de oro tejidos utilizando varias técnicas diferentes. Tiene además la saya a juego.

En el año 1999, en la Hermandad de San Antonio se pronunció un pregón dedicado a este manto, hecho bastante inusual, siendo pronunciado por el difunto historiador arcense D. Manuel Pérez Regordán.
Dicho manto se estrenó el Jueves Santo del año 1900. El entonces periódico local "El Arcobricense" hablaba de la siguiente manera en su número 488 del 15 de abril de aquel año de la salida de la Virgen de la Paz: 

Brillaban aún las estrellas en el azul del cielo, amortiguadas por el tenue resplandor de la naciente aurora, cuando la muchedumbre, apiñada en el atrio e inmediaciones de la iglesia de San Francisco, como un sólo corazón y una sola alma, se postró de rodillas ante la Majestad augusta de la venerable imagen de la Virgen de la Paz, que haría su salida procesional en la mañana del Jueves

(En aquella época, aún procesionaba la Hdad. de San Antonio en Jueves Santo. No es hasta 1941 cuando se cambia el día de salida al Martes Santo, de lo que se cumplirán 75 años en 2016)

Se trata, sin duda, de una de las piezas más importantes de la Semana Santa arcense. Un manto y una saya conservado en la Hermandad de San Antonio durante más de cien años y que en la actualidad la Virgen de la Paz alterna con un terno blanco la tarde del Martes Santo.


miércoles, 1 de enero de 2014

EL PASO DE LAS TRES CAÍDAS QUE PROCESIONÓ EN SEVILLA

De largo es sabido que es una práctica muy normal el préstamo de enseres entre hermandades cuando alguna es de nueva creación. El caso que nos ocupa vincula a la arcense Hermandad de las Tres Caídas con el Cristo de la Victoria de la sevillana Hermandad de la Paz.
Corría el año 1940. La Hdad. de las tres Caídas acababa de fundarse en el barrio de San Francisco y en Sevilla, ese Domingo de Ramos, procesionaba por primera vez la Hermandad de la Paz. Para esa primera salida, la mayoría de sus enseres eran prestados de otras cofradías de la ciudad y provincia, pero llama la atención el paso de misterio. 
Como se aprecia en la foto, el actual paso de Ntro. Padre Jesús de las Tres Caídas de Arcos procesionó por las calles de Sevilla portando a la imagen del Cristo de la Victoria en 1940. 
Por aquel entonces, el paso pertenecía a la Hdad. de Jesús Nazareno de Alcalá de Guadaira, que lo cedió para tal ocasión.  En Alcalá lo tuvieron hasta el año 1964, cuando se estrenara un nuevo paso dorado que alcanzaba los 35 costaleros. El paso de caoba había sido tallado en 1930 por Martínez de León, bajo la dirección de José Recio. El ensamblado de la madera lo realiza D. Antonio Álvarez Ordoñez.
El paso fue a parar a Sevilla tras su sustitución en Alcalá de Guadaira, a los talleres de D. José Sanjuán Cobos, hasta donde se desplazaron varios miembros de la Junta de Gobierno de las Tres Caídas en 1966, recomendados por D. Manuel Porro Martínez, por entonces Hno. Mayor del Perdón.
Al verlo, los arcenses quedaron agradados y decidieron comprarlo por 50.000 ptas. Sólo habría que hacerle unas reformas: adaptarlo a las medidas de Arcos y cambiarle los escudos laterales por los de la ciudad y la Hermandad.
El primer pago se realizó al día siguiente de la visita al taller. Para el segundo tuvieron problemas, pues no había dinero. Se intentó vender el paso viejo a un anticuario de Ronda, pero estaba en tan malas condiciones que fue imposible. Se llevó a cabo una colecta de fondos que también culminó sin éxito. Finalmente se recurrió a un préstamo a través del Banco Hispano Americano con el que se pudieron pagar las 25.000 ptas. que faltaban. 
El paso procesionó en Arcos en 1967 por primera vez. Con los años se han ido incluyendo modificaciones en su estructura.
Los actuales respiraderos se hicieron en 2006, junto con los cuatro hachones y la crestería, en el taller del sevillano D. Gonzalo Merencio Álvarez en madera de cedro, reutilizándose los anteriores para hacer un dosel de cultos y una mesa de altar.



Fuentes: