jueves, 14 de julio de 2016

EL CRISTO GADITANO QUE ACOGIERON LAS MONJAS DE ARCOS

Durante unos años, este Cristo de las Siete Palabras vivió en el convento del Corpus Christi de Arcos, al amparo de las monjas mercedarias, pasando bastante desapercibido para la población arcense. Es la antigua imagen titular de la Hermandad de las Siete Palabras de Cádiz, el cual fue sustituido en 2007.

El Stmo. Cristo de las Siete Palabras fue tallado por José Ovando Merino en 1986 para la Hermandad de las Siete Palabras de Cádiz, donde procesionó hasta 2007, año en que fue sustituido. Es entonces cuando se traslada al convento de monjas mercedarias de Arcos de la Frontera, debido a la vinculación con la sede gaditana de dicha cofradía, en la iglesia de la Merced. Allí permanece hasta que en 2013 es trasladado a la nueva iglesia sanluqueña de Santa Ángela y San Antón, donde es párroco el arcense Iván Carrera. De hecho, es a petición del mencionado cura por lo que se produce el traslado, ratificado por los hermanos de las Siete Palabras de Cádiz en calidad de "cesión definitiva", ya que siguen teniendo la propiedad de las imágenes. Allí permanece actualmente, presidiendo el Altar Mayor de dicha parroquia.

En el acuerdo, junto con el Cristo iba también la antigua Virgen de la Piedad, obra del mismo autor, que también permaneció en la mercedaria capilla de la Calle Escribanos de Arcos durante estos años.



Siete Palabras y Piedad en la capilla de las Mercedarias de Arcos
El Cristo de las Siete Palabras ya en Sanlúcar



Fuentes:
  • Web Oficial de la Hdad. de las Siete Palabras (Cádiz)
  • Parroquia Santa Ángela de la Cruz y San Antonio Abad, Sanlúcar de Barrameda (Facebook)

miércoles, 17 de febrero de 2016

EL AÑEJO ALTAR DE CULTOS DE LA HERMANDAD DE SAN ANTONIO

Cercana a mediados del siglo XX podría ser esta fotografía que la Hermandad de San Antonio publicaba en 2001 en un boletín extraordinario por su 350º Aniversario, y que recientemente rescataba a través de sus redes sociales. En la imagen, la Cuaresma inunda San Francisco con los cultos de Ntro. Señor Atado a la Columna, quien, acompañado de Mª Stma. de la Paz y San Juan Evangelista, coronaba el gran altar efímero intalado para tal ocasión. La estructura contaba con los entonces respiraderos del palio, en madera dorada, y con la antigua canastilla dorada del Señor de la que utilizaba su crestería para bordear el dosel, el cual remataba en su bambalina el escudo de la Hermandad.

Sin demasiadas flores ni candelería, sigue impresionando por su altura y vistosidad esta obra de la priostía de aquellos tiempos. Se reconocen en el montaje algunos elementos que si llegaron a nuestros días, como los ángeles luciferarios portando cuatro faroles de plata, que ahora iluminan el paso de San Antonio. La Virgen luce su saya morada bordada en oro combinada esta vez con manto liso, así como su corona de oro. El aspecto del Señor Atado a la Columna se aprecia anterior a su última restauración, al menos. Se presenta con sus potencias de plata y paño de pureza sobrepuesto al tallado. También San Juan Evangelista viste la túnica y mantolín bordados que han llegado a nuestros días.