sábado, 22 de noviembre de 2014

LA VENIDA DE LA VIRGEN A JÉDULA

Siendo Párroco de la Parroquia de San Isidro Labrador de Arcos de la Fra., Don José Palomas Agout, se lleva a cabo la propuesta de adquirir una imagen de la Santísima Virgen María ya que no existía en la pedanía de Jédula (sede principal de la Parroquia) una devoción a ella. Don José Palomas acogió con gran interés esta propuesta, que puso en manos de Don José Manuel Guzmán Rodríguez, su sucesor en el año 2003.
En una visita Pastoral a esta parroquia del entonces Obispo, Don Juan del Río Martín manifestó su satisfacción por tan feliz iniciativa, y además aconsejó que por la fisonomía de la parroquia y las costumbres andaluzas la imagen debería ser "de vestir”, a lo que se hizo caso fielmente, ya que no se tenía muy claro de qué tipo sería la imagen.
Ésta fue encargada al imaginero portuense Ángel Pantoja. Para ello se recaudó dinero en una colecta que se hizo por toda la feligresía. Fue bendecida por el obispo diocesano Don Juan del Río Martín el 14 de octubre de 2005, bajo la advocación de Nuestra Señora de La Salud. La imagen fue recibida con gran cariño y entusiasmo, extendiéndose en poco tiempo su devoción.
En sus inicios, la Virgen vistió sólo telas brocadas, tapándole el manto su pelo. Unos años después adquirió su afianzado estilo, caracterizado por llevar el manto a los hombros y la cabeza descubierta (2008), así como su rico ajuar. Desde sus inicios, el portuense David Calleja ha sido el vestidor de la imagen.




En 2005 se pone en marcha la creación de la Hermandad. Se empieza elaborando unos estatutos con la finalidad de organizar de forma ordenada a este grupo de fieles. Dichos estatutos son entregados por el párroco Don José Manuel Guzmán a su sucesor en el cargo, Don Antonio Aguilar Verdugo, en el año 2008, en Consejo Pastoral Parroquial y en presencia de todos sus miembros.
Siendo Párroco Don Antonio Aguilar Verdugo, son aprobados los estatutos. El nombre de la futura Agrupación acoge, junto a la Virgen de la Salud, a la Imagen del Santo Patrón de la pedanía, San Isidro Labrador (titular de la parroquia), así como a Santa Ángela de la Cruz.
El día 10 de marzo de 2010, el nuevo Obispo Diocesano de Jerez, Don José Mazuelos Pérez, autoriza al nuevo párroco, Don Juan Olmedo Vazquez, a constituir la Agrupación Parroquial de Nuestra Señora de la Salud, San Isidro Labrador y Santa Angela de la Cruz.




Fuentes:

domingo, 16 de noviembre de 2014

LA MAGNA HISTÓRICA DE 2014

El 12 de octubre de 2014 estará por siempre marcado a fuego en la memoria sentimental de los cofrades arcenses. La ciudad celebraba durante todo el año el 750 Aniversario de la reconquista por las tropas del Rey Alfonso X El Sabio y las Hermandades estuvieron también presentes. Se celebraban 750 años perteneciendo al Reino de Castilla (luego España), pero también 750 años de cristiandad ininterrumpida dentro de nuestras fronteras locales, por lo que una Magna celebración cofrade estaba totalmente justificada. Al acto se le daría el titulo de "Arcos, 750 años de Fe y Devoción", y pretendía recoger en seis imágenes la Historia de las devociones arcenses y la singularidad de nuestras cofradías. Algo diferente y, desgraciadamente, a día de hoy aún hay gente que sigue sin entender el sentido que se pretendía dar al evento, o que siguen pensando que debía haber sido otro tipo de Magna en la que pariticiparan imágenes de todas las Hermandades, no sólo seis. Polémicas aparte, fue una procesión de gran belleza cuyo resultado final nadie quiso perderse.

Después de meses de trámites, polémicas y preparativos, el 12 de octubre llegó como si de la Semana Santa se tratase: había riesgo de lluvia. La sombra de la suspensión de los actos estuvo latente hasta el último momento. Finalmente pudo celebrarse, aunque no totalmente. El plan original consistía en una Solemne Misa Pontifical en la Plaza del Cabildo y, tras ella, una procesión Magna por las principales calles de la ciudad. La misa, por la lluvia, tuvo que celebrarse dentro de la Basílica Menor de Santa María de la Asunción, pero la Procesión Magna pudo seguir adelante según lo previsto.
Desgranemos por partes todo lo que aconteció en este día y cómo se fraguó.





El Alcalde enciende la mecha
A principios de 2014, en rueda de prensa presentaba el Ayuntamiento su programa por el 750 aniversario de la "adhesión al Reino de Castilla" de nuestra ciudad y multitud de actos de referencia histórica, artistica y cultural llenarían la agenda municipal de ese año. En dicha rueda de prensa, Jose Luis Núñez, alcalde de Arcos, manifestaba públicamente su deseo de que las Hermandades organizaran una Procesión Magna a tal efecto. Desde aquel momento, en los círculos cofrades de Arcos no se hablaba de otra cosa. Presto, el Consejo comenzó a trazar las primeras líneas del acto, aunque no se empezaron a conocer detalles hasta bastante tiempo después.


La fórmula de Magna elegida
Desde el Consejo de HH y CC, con su presidenta Mª Nieves Sánchez Tenorio al frente, se trabajó duro desde el primer día, estudiando exaustivamente todas las posibles opciones. Su intención era la participación de todas las Hermandades, cosa que no se permitió desde Jerez. Eran conscientes en todo momento de que el proyecto debía "gustar" en el Obispado, y fue finalmente el mismo Pastor Diocesano, D. José Mazuelos, quien "sugirió" la fórmula que prosperó: Una Magna de seis. No hacía falta más para celebrar esta efemérides, 750 años de Fe y Devoción que se resumieron perfectamente, mostrando a su vez lo más característico de la Pasión y las Glorias de Arcos. Al principio no gustaba demasiado, pero fue tomando adeptos en lo que la gente iba entendiendo el sentido de la celebración. Mejor eso que nada.



Las imágenes elegidas
La elección de las imágenes participantes atendía a las directrices de la fórmula elegida. En primer lugar, los patrones: la Virgen de las Nieves, madre de todos los arcenses, Excelsa Patrona y Alcaldesa Perpetua, y San Miguel Arcángel, en cuyo día (29 de septiembre) de 1264 se produciría la nombrada reconquista. Como la imagen más devocional de la ciudad, Jesús Nazareno, y como la más antigua, el Stmo. Cristo de la Vera+Cruz. María Auxiliadora recogiendo las devociones de todo el Barrio Bajo de Arcos, y el Dulce Nombre, una de las imágenes más peculiares y significativas de la Semana Santa arcense, como representante de la otra gran parroquia, San Francisco de Asís. 

(En el siguiente enlace, La Bendición hacía un breve repaso histórico-artístico de todas las imágenes participantes: http://labendicion.webnode.es/conoce-las-imagenes-de-la-magna-de-arcos/)

Siguiendo la línea marcada, alguna imagen más pudo haber encajado en esta Procesión. Quizá la Soledad, como la dolorosa más antigua, la venerada Virgen de la Salud de la pedanía de Jédula o San Antonio de Padua como la imagen gloriosa con más devoción y germen de la parroquia franciscana. No pudo ser ninguna de las tres, aunque alguna estuvo cerca...


El cartel
Una maravillosa obra del pintor local Pablo Medina sirvió de anuncio de este día. Acostumbrados a carteles fotográficos, el Consejo acertó de lleno tomando la decisión de que fuera pintura. Pocas voces se escucharon diciendo que no les gustara.




"Procesión Extraordinaria"
Desde el primer momento se intentó vetar la palabra "Magna". Esto sería una "Procesión Extraordinaria" sin más, a efectos de nombre. Al parecer, los curas no querían oir hablar de Magnas y en el Obispado también podría traer algún que otro problema. Esta efemérides histórica se celebraba también en Jerez y Sanlúcar, ciudades a las que se les había denegado la posibilidad de celebrar la Reconquista Cristiana con una Procesión Magna. En Arcos sí, pero "no era una Magna, era otra cosa". Corrieron los comentarios del tipo "una Magna es cuando salen todas" o "una Magna es cuando van sólo Cristos, ordenados según la Pasión" o "una Magna sólo puede hacerse el Sábado Santo". Mucha de esa gente pensaba que una Magna era sólo lo que se conoce como "Santo Entierro Magno", sin saber que han existido (por supuesto, fuera de Arcos) otras clases de procesiones de carácter colectivo a las que también se les llama Magna. La palabra magno es sinónimo de grande, ¿acaso no fue grande aquel 12 de octubre?
Esto vino a realzar un hecho que siempre ha estado patente: Arcos no es cofrade. A los arcenses les encanta su Semana Santa y cada año asisten a presenciar las salidas procesionales de las diferentes Hermandades, pero sin entender demasiado de los entresijos de este mundo. No hay una cultura cofrade generalizada ni un interés por las cofradías fuera de la semana de Pasión. Por supuesto hay mucha gente que sí, pero generalizando, Arcos no entiende de cofradías. Esto no tiene por qué ser algo malo, simplemente es así, que nadie me entienda mal...


Los itinerarios
Uno de los puntos más peculiares iba a ser el de los itinerarios de algunas imágenes, cosa que se modificó la última semana por motivos de seguridad. Dulce Nombre por el Pozo Hondón, Jesús Nazareno por Cristóbal Colón o las Nieves por la calle Nueva se preveían como estampas históricas, pero se truncaron los planes. Aún así, pudo verse a María Auxiliadora subir al centro de la ciudad, acostumbrada a procesionar sólo por su barrio, o a la Patrona bajar la calle Corredera después de varios años y pasando de noche por el Callejón de las Monjas. Por supuesto, lo más recordado del recorrido será siempre el tránsito del magno cortejo por el Paseo de Andalucía, que aunque a muchos no gustara, histórico fue sin duda.




Pontifical histórica
Con una preciosa Eucaristía Pontifical en la Basílica de Santa María comenzaban los actos a las 17:00h de la tarde. El plan inicial -que la lluvia truncó- consistía en celebrar dicha misa al aire libre, en la Plaza del Cabildo. Las seis imágenes participantes estarían presentes. En el presbiterio efímero, a los pies de la torre de Santa María engalanada como nunca, un altar con los estandartes de todas las Hermandades y en el centro, ante el dosel de cultos de la Hdad. del Dulce Nombre, el Stmo. Cristo de la Buena Muerte, titular de la Hdad. de la Soledad. La lluvia durante la mañana y el medio día impidió que pudiera darse lo que sería uno de los puntos fuertes del día.
La misa en el interior de la Basílica nos dejó a su vez una histórica imagen: San Miguel y Ntra. Sra. de las Nieves, patrones de la ciudad, presidían en el altar mayor. La Capilla Musical Catedralicia de Jerez hizo un magnífico trabajo durante la misma, tocando incluso el centenario órgano, el cual no hubiera podido escucharse de haber sido la misa en la plaza. El Sr. Obispo, Don José Mazuelos, presidió la sagrada cátedra.




No pudo ser la Buena Muerte 
La única imagen que no salió a la calle finalmente fue el Stmo. Cristo de la Buena Muerte. El crucificado del fructífero Ignacio López, titular de la Hdad. de la Soledad, hubiera presidido la eucaristía de haberse celebrado en la Plaza del Cabildo, pero la lluvia lo impidió. Desde la Permanente del Consejo de HH y CC, siempre con el beneplácito del Señor Obispo, se llegó a la conclusión de que no tendría sentido que presidiera la misa dentro, tomando la decisión de que no procesionara. 




Volvió a salir San Miguel
Había quien aun recordaba a San Miguel procesionando en la mañana del Corpus Christi. El santo patrón fue desgraciadamente uno de los puntos del día que más decepcionó. Al no tener Hermandad, la parroquia de Santa María determinó que serían las del Prendimiento y el Perdón las que se encargaran de su salida en la Procesión Magna.  Hasta unos días antes no se decidió que San Miguel no podía salir en sus simples andas, tarde ya quizá para buscar un paso digno que casara con el Patrón, con el día y con la efemérides que se celebraba. Tras acercamientos fallidos a los pasos de la Hdad. de la Vera+Cruz, se decidió que procesionara en las andas de traslado de la Hdad. del Prendimiento, elaboradas para llevar a su titular al Via+Crucis del Consejo de HH y CC de ese mismo año. Los faroles y las jarras eran de la Hdad. del Perdón, del paso antiguo.




El Barrio Bajo con María Auxiliadora
María Auxiliadora tuvo la suerte de ir rodeada de su feligresía en todo momento. Hasta San Pedro fue trasladada la tarde antes, con la amenaza de lluvia como protagonista. Llevaba los respiraderos del paso de palio de la Virgen de los Remedios (Vera+Cruz) de Bornos y la peana y jarras del palio de la Amargura de Arcos (Hdad. Tres Caídas). Fue acompañado en su traslado de vuelta por la Agrupación Musical Cristo de la Buena Muerte de Paterna de Rivera (Cádiz), curioso acompañamiento para una imagen mariana.
Lo más peculiar del cortejo fue su cuadrilla de mujeres costaleras. Desde hace años, la mujer tiene un papel fundamental en la Semana Santa de Arcos en lo que se refiere a portar pasos procesionales, aunque estábamos acostumbrados a verlas cargando a hombros. El género femenino demostró aquel 12 de octubre que puede ponerse una molía jerezana y meterse debajo de un paso igual que un hombre.




El esplendor romano del Dulce Nombre
Estampa histórica la que nos dejaba el Dulce Nombre de Jesús. La pequeña imagen vestía su atuendo de corregidor con el que llegara de Roma hace 250 años aprox. Su paso de plata se complementó en esta ocasión especial con los faroles de Ntro. Sr. Atado a la Columna de Arcos (Hdad. de San Antonio) y la peana de Ntra. Sra. del Rosario, patrona de Bornos. En su traslado de ida contó con el novedoso acompañamiento del Grupo de Cámara de la AM Juncal (Sevilla). A su vuelta a San Francisco, la BCCTT San Juan Evangelista de Las Cabezas de San Juan puso la nota musical al cortejo.




Vera+Cruz cautivó a propios y extraños
 La solera del Cristo más antiguo de Arcos hizo las delicias de los cofrades, sobre todo los de fuera de la ciudad, que valoraban su identidad tan propia y el hecho de que haya sabido mantener la tradición frente a las corrientes de sevillanización. La Banda de CCTT Tres Caídas de Arcos sonó sublime tras su paso en los traslados, elevando esos momentos a unos de los mejores de la jornada sin duda. En la iglesia de San Juan de Dios recibió el saludo del Dulce Nombre de Jesús, en su ida a la Plaza del Cabildo, y de Ntra. Sra. de las Nieves en su traslado de vuelta a la basílica.



En Arcos manda Él
 Ntro. Padre Jesús Nazareno demostró de nuevo que su pueblo le quiere y le aclama. Gran multitud le acompañó en todo momento, aunque no llegara a la cantidad de personas que van con Él en la Madrugá. Vestía su túnica bordada en oro sobre terciopelo morado y su paso llevaba uno de los exornos florales que más gustaron.
La reconocida Agrupación Musical Polillas de Cádiz sonó tras este misterio en su traslado de vuelta a la iglesia ex-convento de San Agustín.




Exquisita la Patrona
La Virgen de las Nieves lució la finura con la que desfila cada cinco de agosto. Histórico fue verla presidir la Misa Pontifical, junto a San Miguel, en el altar mayor de la Basílica de Santa María. Sus jarras de plata combinaban esta vez sus tradicionales varas de nardo con rosas rosas, entre otras. El cuerpo de acólitos estaba curiosamente formado por jóvenes mujeres. Sus escasas filas de cirios dejaban el paso muy próximo al de Ntro. Padre Jesús Nazareno, dejando preciosas estampas de la Madre tras el Hijo.
La Banda de Música Vicente Gómez Zarzuela fue tras la patrona durante el Magno cortejo y su posterior traslado de vuelta, poniendo el broche de oro a la procesión.



El papel del Obispo
 Imprescindible el papel del señor Obispo, D, José Mazuelos, en este día y sus preparativos.
La organización del evento estuvo desde un primer momento marcada por el desacuerdo del Pleno de Hermanos Mayores y el conjunto de los curas de Arcos. Don José Mazuelos medió y encauzó el acuerdo de todos, teniendo en todo momento la llave para solucionar ciertos problemas. El 12 de octubre presidió la Pontifical y acompañó a la Patrona.



Numeroso público
Nunca se había visto una concentración de gente en la ciudad que se pueda asemejar a lo que se reunió aquel día. La Plaza del Cabildo, despejada de coches, acogía a todo aquel que quería ver los seis pasos alli colocados antes de comenzar su tránsito. Al bajar la Cuesta de Belén, la calle Corredera se vislumbraba repleta de personas esperando al cortejo de la Procesión Magna, que continuó hasta el Paseo de Andalucía.
En los traslados de vuelta, todo ese público quedó en unos pocos, desluciendo esta parte del día. San Miguel entrando casi solo en Santa María, un barrio de San Francisco desierto al regresar el Dulce Nombre o la calle Corredera mostrándose vacía al paso de la patrona de vuelta demostraron que a los arcenses les basta con ver una vez la cofradía. Quizá no sea nada malo, pero es una pena.



Sin duda una Magna para la Historia.



Fotos:

viernes, 1 de agosto de 2014

LOS CULTOS DE LAS NIEVES EN EL DOSEL DEL CORPUS

Así de espectacular quedaba el altar de Cultos de Ntra. Sra. de las Nieves, patrona de Arcos, hasta los años 70 aprox. El dosel -o sitial- era utilizado por la Hdad. Sacramental y data del siglo XVIII, en terciopelo rojo bordado en oro con un gran sol central de plata. Sobre este sol, también de plata, una media corona de grandes dimensiones, regalo de la casa Valdespino.

Se colocaba en el altar mayor de la Basílica para el Corpus Chisti y se dejaba hasta las fiestas de la Virgen. Posteriormente, la Hdad. Sacramental de Santa María dejó de utilizarlo, por lo que su uso quedó exclusivamente para la Novena de las Nieves.



Fuentes:
  • Número especial de la revista "Las Calles de Arcos" dedicado a Nuestra Señora de las Nieves, Patrona de Arcos de la Frontera. Victor Marín Solano, 1976.

jueves, 31 de julio de 2014

EL PRIMITIVO CRISTO DE LAS TRES CAÍDAS

Fundada un año antes, en 1940, la Hdad. de las Tres Caídas esperaba ansiosamente su primera salida procesional, el Lunes Santo de 1941. Llegando el día, uno de los problemas que afrontar era qué imagen cristífera llevarían por las calles de Arcos. Cuando se estaba pensando dónde ir a buscar la imagen, varios hermanos se percataron de que allí mismo, en San Francisco, en la capilla de Santa Ana había un retablo que tenía un Cristo en relieve empotrado. Todos pensaron que podría servir, era el Cristo de la Inquisición.

Esta imagen, de autor desconocido, fue confiada a los Padres Franciscanos en el siglo XVII por el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición. Dicho Tribunal se hizo cargo de una capilla en el ex-convento, donde se colocó la imagen del Señor hasta que en 1721 se cede juridicamente a los franciscanos. La imagen es colocada en 1723 en el retablo mayor hasta que, avanzado el siglo XIX, pasa a la hornacina al fondo de la capilla de Santa Ana.

Cuando la Hermandad bajó a la imagen se percató de que sólo tenía medio cuerpo. Le faltaba por tallar toda la parte trasera que normalmente no se veía, puesto que no era una imagen para procesionar. Hubo que restaurarla, colocándole un nuevo pie de barro y rellenando su cuerpo con almohadones amarrados con cuerdas que se taparon con una túnica. Se reforzó la base del Cristo con listones de madera que lo sujetaban fuertemente al paso.




Este primer "Caío" procesionó de pie durante los dos primeros años, hasta que se acuerda hacer una nueva imagen, ya en posición de caída. Este nuevo Cristo mantuvo la cara del anterior, ya que era del agrado de los hermanos. Fue tallado por el jerezano Sebastián Campos y estrenado el Lunes Santo de 1943.

El primitivo Cristo de las Tres Caídas, de pie o con la rodilla al suelo, procesionó por las calles de Arcos de la Frontera hasta que en 1953 se estrenara la actual imagen de Castillo Lastrucci.


Fuentes:
  • Libro "Real y Venerable Hdad. y Cofradía de Nazarenos de Ntro. Padre Jesús de las Tres Caídas y Mª Stma. de la Amargura" de D. Antonio Barea Alvarado, 2003.  
  • Boletín de la Hdad. de las Tres Caídas, año 1990 (Número especial por su 50 aniversario fundacional).

lunes, 14 de julio de 2014

EL MANTO CENTENARIO DE LA VIRGEN DE LA PAZ

 Actualmente, la Virgen de la Paz, de la Hdad. de San Antonio de Arcos, posee dos mantos de salida. Uno en terciopelo blanco que se adquirió en 2010 junto el nuevo palio, y otro, que presentamos a continuación, en terciopelo morado bordado en oro.

Este manto fue bordado en 1899 en Cádiz, en el taller de D. José Iraola Sáenz de Tejada, quien lo regaló a la Hermandad a través de una hermana que prestaba servicio doméstico en su casa. El manto, en terciopelo morado, posee bordados en hilo de oro tejidos utilizando varias técnicas diferentes. Tiene además la saya a juego.

En el año 1999, en la Hermandad de San Antonio se pronunció un pregón dedicado a este manto, hecho bastante inusual, siendo pronunciado por el difunto historiador arcense D. Manuel Pérez Regordán.
Dicho manto se estrenó el Jueves Santo del año 1900. El entonces periódico local "El Arcobricense" hablaba de la siguiente manera en su número 488 del 15 de abril de aquel año de la salida de la Virgen de la Paz: 

Brillaban aún las estrellas en el azul del cielo, amortiguadas por el tenue resplandor de la naciente aurora, cuando la muchedumbre, apiñada en el atrio e inmediaciones de la iglesia de San Francisco, como un sólo corazón y una sola alma, se postró de rodillas ante la Majestad augusta de la venerable imagen de la Virgen de la Paz, que haría su salida procesional en la mañana del Jueves

(En aquella época, aún procesionaba la Hdad. de San Antonio en Jueves Santo. No es hasta 1941 cuando se cambia el día de salida al Martes Santo, de lo que se cumplirán 75 años en 2016)

Se trata, sin duda, de una de las piezas más importantes de la Semana Santa arcense. Un manto y una saya conservado en la Hermandad de San Antonio durante más de cien años y que en la actualidad la Virgen de la Paz alterna con un terno blanco la tarde del Martes Santo.


miércoles, 2 de julio de 2014

LOS ZAPATOS ORIGINALES DEL DULCE NOMBRE

 Hasta que las "modas" de la época no vistieran los pies del Dulce Nombre con zapatos de charol, éstos de tela y suela de metal eran los que llevaba y con ellos llegó de Roma el 22 de junio de 1765. En su suela está grabado el año 1668, fecha a la que se atribuye la hechura del Niño. 
Hace ya más de 250 años de la llegada del Niño desde Roma por D. Clemente Antonio de Baena, quien lo trajo como regalo de su viaje con motivo del litigio entre las parroquias de San Pedro y Santa María. ¿En qué consistió esta disputa entre las dos iglesias principales de la ciudad?

Desde tiempo inmemorial, la parroquia de Santa María de la Asunción disfrutaba de preeminencias sobre la de San Pedro, por ser la Mayor y considerarse más antigua, tales como tocar primero las campanas, ocupar el altar mayor de San pedro en las Funciones Principales y obligar a su Clero a recibirles y despedirles cada vez que pasase el de Santa María. Haciéndose caso omiso a aquellas tradicionales obligaciones por la parroquia de San Pedro, el Clero de Santa María lo puso en conocimiento del Señor Provisor del Arzobispado en 1679, presentándose posteriormente un acuerdo entre ambos Cleros en 1680.
En 1712 volvió nuevamente a surgir este problema, volviendo el Provisorato a dictar sentencia a favor de Santa María. Entonces, los clérigos de San Pedro apelaron dicha sentencia y les fue admitida, con el veredicto resolutivo de que ninguna de las dos parroquias habría de señalarse como Mayor ni otro título semejante que determinase primacía con respecto a la otra.
El Clero de Santa María, disconforme con la sentencia, apela al Sacro Tribunal de la Rota Romana en 1720. Mientras, Arcos se divide en dos bandos que se odian y se hacen apellidar "pedristas" o "marianistas", según la feligresía a la que pertenecieran.
El 23 de septiembre de 1760, reunido en Santa María la mayoría de los sacerdotes que formaban su Clero, ante el notario D. Pedro del Amor otorgaban a D. Clemente Antonio de Baena y Manzano un poder para defenderles en el citado litigio con la parroquia de San pedro. Tras la firma, y cargado de voluminosos legajos, instancias, sentencias y demás papeles que todos los curas habían reunido, partía Don Clemente hacia Roma.
Su viaje, lleno de anécdotas, quedó plasmado en el diario que escribió Don Clemente durante los casi seis años que duró su viaje, más de cuatro de los cuales los pasó en la misma ciudad de Roma esperando la resolución del caso por el Sacro Tribunal de la Rota.
Por fin, el 18 de julio de 1764, Su Santidad el Papa Clemente XIII firmaba sentencia resolutoria a favor de la parroquia de Santa María de la Asunción. El "enviado" Don Clemente de Baena no partiría de vuelta hasta el 13 de abril de 1765.
 El 22 de junio de 1765 llegaba a la ciudad de Arcos, siendo recibido por todos los feligreses de la parroquia de Santa María, vencedora del litigio. Traía con él dos regalos para la ciudad: el cuerpo incorrupto de San Félix Mártir, procedente de las catacumbas de Roma, y la imagen de un Niño Dios, vestido a la usanza de los procuradores de tribunales de la época.


Fuentes:
  • Revista "Las calles de Arcos", D. Manuel Pérez Regordán, 1977.

lunes, 17 de marzo de 2014

LA ESTAMPA DE LA PIEDAD DE 1962

Recordando viejos tiempos, uno de esos días en que se pasa la tarde entera viendo antiguas imágenes familiares en blanco y negro, apareció entre ellas una que me sorprendió. No esperaba que entre aquellas fotos se hubiera colado la Virgen de la Piedad, y mayor fue mi sorpresa al ver el reverso de la estampa, pues junto al sello de la Hermandad del Perdón de Arcos de la Frontera había un nombre y una fecha que la datarían a mediados del pasado siglo:


"Muy agradecida a Juana González Marín
4 - 2 - 1962"

No sé que historia guardará esa estampa, ni quien sería la persona que se la mandaba a esa tal Juana. Tampoco cómo acabó en mi casa, pues nadie de mi familia perteneció nunca a esta Hermandad. Lo que tengo claro es que la foto merecía ver la luz 52 años después.
Llama la atención la curiosa toca de sobremanto que viste la Virgen, con finos bordados. También la opulenta disposición de las joyas, cosa muy común por aquellos entonces pero que no se suele ver ya en nuestros días, o la antigua corona de Reina. 

sábado, 15 de febrero de 2014

LA TÚNICA CARMESÍ DEL NAZARENO

En cabildo de 12 de marzo de 1865, la Hermandad del Nazareno acordaba autorizar al prioste a hacer un regalo a Dña. Margarita Vazquez Dueñas por la confección de una túnica rojo carmesí para Ntro. Padre Jesús. Dña. Margarita era Maestra Superior y directora del "Colegio de Señoritas Nuestra Señora de las Nieves". 
No consta cual fue aque regalo que se destinó a la profesora. Era prioste en aquel año D. Juan José Zapata y Romero de Aragón, y Hermano Mayor D. Manuel Pérez Ruiz.

 
En la actualidad, esta túnica está en deshuso por su mal estado, aunque se puede contemplar a diario en un cuadro que hay en San Agustín, junto a la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso. La última vez que Jesús Nazareno la vistió fue en diciembre de 2011, en su camarín.




Fuentes:
  • Revista "Las Calles de Arcos", 1978. Manuel Pérez Regordán
  • La Bendición-Arcos Cofrade

domingo, 12 de enero de 2014

EL ATADO A LA COLUMNA CON LOS FAROLES DE LA SACRAMENTAL

Quizá estemos más familiarizados con ver estos faroles prestados al Dulce Nombre para alumbrar el paso del "Niño" el Viernes Santo, pero la Sacramental de Santa María los ha prestado en más ocasiones a otras Hermandades a lo largo de su historia. 
En esta ocasión, la imagen que nos ocupa es la de Ntro. Sr. Atado a la Columna, titular de la Hermandad de San Antonio. La fotografía muestra a este Cristo y a los dos romanos que le azotan sobre su anterior paso en 1927, año en que se estrenó, delante del altar mayor de la iglesia de San Francisco. Por este motivo lució los faroles de la Hermandad Sacramental, aunque curiosamente solo llevaba los dos de delante.
Aunque con modificaciones, esta canastilla portó al Señor hasta el año 2009 en que se estrenaba la primera fase del nuevo paso de misterio de la Hermandad de San Antonio.








Fuentes
  • Revista "Las calles de Arcos" de Manuel Pérez Regordán. 1976.

martes, 7 de enero de 2014

LAS PINTURAS DEL NAZARENO DE FRANCISCO PRIETO

La Cofradía de Jesús Nazareno de Arcos sirvió de inspiración al afamado pintor internacional Francisco Prieto para algunas de sus obras.
Aunque sin nombrar su título o año de ejecución, Manuel Pérez Regordán afirmaba que esta era la única obra de Prieto inspirada en nuestra Semana Santa que habría cruzado el océano Atlántico, concretamente hasta Argentina. Existe un cuadro de Prieto llamado "Semana Santa en Arcos" de 1924, aunque desconocemos si se trata de este (sería muy posible).
El cuadro, en una libre composición de los elementos, muestra en primer plano un grupo de nazarenos de la Hermandad, niños y mayores, portando cirios, varas, tazas petitorias, el estandarte corporativo o una cruz penitencial. De fondo, a la izquierda, un perfil de Arcos con Santa María y el castillo; a la derecha, la silueta de Ntro. Padre Jesús Nazareno acercándose por alguna calle del casco histórico de la ciudad, rodeado del gentío. 

La segunda imagen, en una técnica que se puede asemejar al carboncillo, viene a ser un boceto directamente relacionado con el cuadro anterior, pues vuelve a reproducir algunos de sus elementos. Esta vez puede observarse la firma del autor: "Francisco Prieto, Arcos 1955".


Francisco Prieto Santos (Valladolid, 1884 - Cádiz, 1966) estaba enamorado de Arcos de la Frontera, protagonista de muchos de sus cuadros. Debido a la impresión que le causó esta ciudad, se dedico a descubrir y pintar la provincia de Cádiz, sobretodo la comarca de la sierra. Su obra, en general, ha sido objeto de numerosos reconocimientos y homenajes y no sólo fue expuesta en España, sino también en París, Bruselas, Lisboa o Hispanoamérica.

Fuentes
  • Revista "Las calles de Arcos" de Manuel Pérez Regordán, 1978.

Francisco Prieto (Valladolid, 1884 – Cádiz 1966) estudió en la Escuela de Artes y Oficios Artísticos de Valladolid (1896-1902) y en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando en Madrid. Aunque estas fechas corresponden en la historia del arte con el auge del postimpresionismo, la formación inicial que recibe Prieto es académica. En 1905, con 21 años, se traslada a París, lugar en el que aclaró su paleta vivificando los colores y perfeccionando sus cualidades de iluminista y colorista.
Su vinculación a Cádiz comienza en 1917, año en el que obtuvo una plaza de Profesor Especial de Dibujo en la Escuela Normal de Maestros y Maestras de Cádiz.
- See more at: http://mediodia.org/2012/07/19/patrimonio-artistico-cultural-del-instituto-columela-de-cadiz/#sthash.nhmBeFRE.dpuf
Francisco Prieto (Valladolid, 1884 – Cádiz 1966) estudió en la Escuela de Artes y Oficios Artísticos de Valladolid (1896-1902) y en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando en Madrid. Aunque estas fechas corresponden en la historia del arte con el auge del postimpresionismo, la formación inicial que recibe Prieto es académica. En 1905, con 21 años, se traslada a París, lugar en el que aclaró su paleta vivificando los colores y perfeccionando sus cualidades de iluminista y colorista.
Su vinculación a Cádiz comienza en 1917, año en el que obtuvo una plaza de Profesor Especial de Dibujo en la Escuela Normal de Maestros y Maestras de Cádiz.
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Francisco Prieto (Valladolid, 1884 – Cádiz 1966) estudió en la Escuela de Artes y Oficios Artísticos de Valladolid (1896-1902) y en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando en Madrid. Aunque estas fechas corresponden en la historia del arte con el auge del postimpresionismo, la formación inicial que recibe Prieto es académica. En 1905, con 21 años, se traslada a París, lugar en el que aclaró su paleta vivificando los colores y perfeccionando sus cualidades de iluminista y colorista.
Su vinculación a Cádiz comienza en 1917, año en el que obtuvo una plaza de Profesor Especial de Dibujo en la Escuela Normal de Maestros y Maestras de Cádiz.
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miércoles, 1 de enero de 2014

EL CRISTO DE LA BUENA MUERTE AÚN EN EL RETABLO

Muy rica debía ser la Hermandad de la Soledad a finales del s. XVII, cuando se decidió abrir el muro de su capilla y ampliarla hasta las dimensiones que actualmente conocemos. Tras firmar el acuerdo con albañiles vecinos de Carmona, el 23 de agosto de 1683 se obligan a hacer la nueva capilla del Sagrario en la que se colocaría la imagen de Ntra. Sra. de la Soledad. 
La ejecución del retablo se firma el 8 de mayo de 1692 con el maestro escultor gaditano D. Juan Terreño Soriano, quien se obligaba a aprovechar del retablo antiguo todo lo que pudiese para el nuevo, por lo que se explica la amalgama de estilos arquitectónicos que lo componen. Éste fue sufragado economicamente por la donación testamentaria de Doña Juana de Cuenca Arenillas.
En la parte superior del nuevo retablo se colocó un crucificado, que permaneció allí hasta el año 1946 (por lo que la foto, sin fecha concreta, se obvia anterior a ese año). El Cristo se sustituyó por una cruz vacía de la que cuelga un sudario blanco. Al bajarlo se dieron cuenta de que le faltaba por tallar la espalda, y fue el Hermano Mayor, D. Feliciano Gil Gangas, médico de profesión, quien tallara la parte que faltaba con aceptable resultado. 

No fue hasta dos años años después cuando el Stmo. Cristo de la Buena Muerte entrara a formar parte de la Hermandad de la Soledad como titular.
Comparando con la actualidad, en la foto se echa en falta la urna del Santo Entierro, colocada ahora en la esquina derecha de la capilla, que no se estrenaría hasta 1983. En los años en que pudo hacerse la foto (antes de 1946) existía aún la primitiva imagen del Cristo Yacente que se sustituyó en 1948 por una nueva obra de Juan Britto, hasta que en 2003 se volviera a cambiar por un nuevo Cristo, de Ismael Rodríguez Viciana.



Fuentes:

EL DESCENDIMIENTO DEL CRISTO DE LAS PENAS

En el año 1927, Ntra. Sra. de la Quinta Angustia salia por primera vez de San Francisco con el Stmo. Cristo de las Penas en los brazos. Hasta entonces, cada uno iba en un paso y se representaba publicamente el misterio del descendimiento de la cruz en plena calle. 
Fue en 1735, al dejarlo de hacer la Hdad. del Perdón, cuando la Hdad. del Dulce Nombre comienza a celebrar el Descendimiento. Era predicado siempre por uno de los padres franciscanos, hasta su exclaustración en 1837. Primeramente se predicaba el Sermón del Descendimiento y después se procedía, por clérigos, a colocar al Cristo de las Penas en el regazo de su Madre, mientras una voz, preparada para el momento, cantaba la vieja saeta de Arcos:

"Desclavadlo del madero
y lavadle las heridas
y quitadle las espinas
y entregádselo a María,
esa Madre tan divina"

Después, la cofradía seguía hasta Santa María para hacer su estación de penitencia. La Virgen de la Quinta Angustia y el Cristo de las Penas iban en pasos separados hasta la representación del Descendimiento. Después, el paso en que quedaba la cruz vacía, sólo con unas vendas, cerraba el cortejo.
Solía representarse en la calle Corredera, a la altura del actual Banco Santander, o en la antiguamente conocida como Plazuela de la Vera+Cruz (actual "Zindicato").
En 1926 se celebra por última vez el Descencimiento, en la actual Plaza Rafael Pérez del Álamo, en el barrio de San Francisco.
En los años '70 del siglo XX hubo una corriente en la Hermandad del Dulce Nombre que pretendía recuperar esta tradición, quedando finalmente en el olvido.

Fuentes:
  • Revista "Las calles de Arcos", D. Manuel Pérez Regordán, 1977.

EL PASO DE LAS TRES CAÍDAS QUE PROCESIONÓ EN SEVILLA

De largo es sabido que es una práctica muy normal el préstamo de enseres entre hermandades cuando alguna es de nueva creación. El caso que nos ocupa vincula a la arcense Hermandad de las Tres Caídas con el Cristo de la Victoria de la sevillana Hermandad de la Paz.
Corría el año 1940. La Hdad. de las tres Caídas acababa de fundarse en el barrio de San Francisco y en Sevilla, ese Domingo de Ramos, procesionaba por primera vez la Hermandad de la Paz. Para esa primera salida, la mayoría de sus enseres eran prestados de otras cofradías de la ciudad y provincia, pero llama la atención el paso de misterio. 
Como se aprecia en la foto, el actual paso de Ntro. Padre Jesús de las Tres Caídas de Arcos procesionó por las calles de Sevilla portando a la imagen del Cristo de la Victoria en 1940. 
Por aquel entonces, el paso pertenecía a la Hdad. de Jesús Nazareno de Alcalá de Guadaira, que lo cedió para tal ocasión.  En Alcalá lo tuvieron hasta el año 1964, cuando se estrenara un nuevo paso dorado que alcanzaba los 35 costaleros. El paso de caoba había sido tallado en 1930 por Martínez de León, bajo la dirección de José Recio. El ensamblado de la madera lo realiza D. Antonio Álvarez Ordoñez.
El paso fue a parar a Sevilla tras su sustitución en Alcalá de Guadaira, a los talleres de D. José Sanjuán Cobos, hasta donde se desplazaron varios miembros de la Junta de Gobierno de las Tres Caídas en 1966, recomendados por D. Manuel Porro Martínez, por entonces Hno. Mayor del Perdón.
Al verlo, los arcenses quedaron agradados y decidieron comprarlo por 50.000 ptas. Sólo habría que hacerle unas reformas: adaptarlo a las medidas de Arcos y cambiarle los escudos laterales por los de la ciudad y la Hermandad.
El primer pago se realizó al día siguiente de la visita al taller. Para el segundo tuvieron problemas, pues no había dinero. Se intentó vender el paso viejo a un anticuario de Ronda, pero estaba en tan malas condiciones que fue imposible. Se llevó a cabo una colecta de fondos que también culminó sin éxito. Finalmente se recurrió a un préstamo a través del Banco Hispano Americano con el que se pudieron pagar las 25.000 ptas. que faltaban. 
El paso procesionó en Arcos en 1967 por primera vez. Con los años se han ido incluyendo modificaciones en su estructura.
Los actuales respiraderos se hicieron en 2006, junto con los cuatro hachones y la crestería, en el taller del sevillano D. Gonzalo Merencio Álvarez en madera de cedro, reutilizándose los anteriores para hacer un dosel de cultos y una mesa de altar.



Fuentes: