domingo, 12 de enero de 2014

EL ATADO A LA COLUMNA CON LOS FAROLES DE LA SACRAMENTAL

Quizá estemos más familiarizados con ver estos faroles prestados al Dulce Nombre para alumbrar el paso del "Niño" el Viernes Santo, pero la Sacramental de Santa María los ha prestado en más ocasiones a otras Hermandades a lo largo de su historia. 
En esta ocasión, la imagen que nos ocupa es la de Ntro. Sr. Atado a la Columna, titular de la Hermandad de San Antonio. La fotografía muestra a este Cristo y a los dos romanos que le azotan sobre su anterior paso en 1927, año en que se estrenó, delante del altar mayor de la iglesia de San Francisco. Por este motivo lució los faroles de la Hermandad Sacramental, aunque curiosamente solo llevaba los dos de delante.
Aunque con modificaciones, esta canastilla portó al Señor hasta el año 2009 en que se estrenaba la primera fase del nuevo paso de misterio de la Hermandad de San Antonio.








Fuentes
  • Revista "Las calles de Arcos" de Manuel Pérez Regordán. 1976.

martes, 7 de enero de 2014

LAS PINTURAS DEL NAZARENO DE FRANCISCO PRIETO

La Cofradía de Jesús Nazareno de Arcos sirvió de inspiración al afamado pintor internacional Francisco Prieto para algunas de sus obras.
Aunque sin nombrar su título o año de ejecución, Manuel Pérez Regordán afirmaba que esta era la única obra de Prieto inspirada en nuestra Semana Santa que habría cruzado el océano Atlántico, concretamente hasta Argentina. Existe un cuadro de Prieto llamado "Semana Santa en Arcos" de 1924, aunque desconocemos si se trata de este (sería muy posible).
El cuadro, en una libre composición de los elementos, muestra en primer plano un grupo de nazarenos de la Hermandad, niños y mayores, portando cirios, varas, tazas petitorias, el estandarte corporativo o una cruz penitencial. De fondo, a la izquierda, un perfil de Arcos con Santa María y el castillo; a la derecha, la silueta de Ntro. Padre Jesús Nazareno acercándose por alguna calle del casco histórico de la ciudad, rodeado del gentío. 

La segunda imagen, en una técnica que se puede asemejar al carboncillo, viene a ser un boceto directamente relacionado con el cuadro anterior, pues vuelve a reproducir algunos de sus elementos. Esta vez puede observarse la firma del autor: "Francisco Prieto, Arcos 1955".


Francisco Prieto Santos (Valladolid, 1884 - Cádiz, 1966) estaba enamorado de Arcos de la Frontera, protagonista de muchos de sus cuadros. Debido a la impresión que le causó esta ciudad, se dedico a descubrir y pintar la provincia de Cádiz, sobretodo la comarca de la sierra. Su obra, en general, ha sido objeto de numerosos reconocimientos y homenajes y no sólo fue expuesta en España, sino también en París, Bruselas, Lisboa o Hispanoamérica.

Fuentes
  • Revista "Las calles de Arcos" de Manuel Pérez Regordán, 1978.

Francisco Prieto (Valladolid, 1884 – Cádiz 1966) estudió en la Escuela de Artes y Oficios Artísticos de Valladolid (1896-1902) y en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando en Madrid. Aunque estas fechas corresponden en la historia del arte con el auge del postimpresionismo, la formación inicial que recibe Prieto es académica. En 1905, con 21 años, se traslada a París, lugar en el que aclaró su paleta vivificando los colores y perfeccionando sus cualidades de iluminista y colorista.
Su vinculación a Cádiz comienza en 1917, año en el que obtuvo una plaza de Profesor Especial de Dibujo en la Escuela Normal de Maestros y Maestras de Cádiz.
- See more at: http://mediodia.org/2012/07/19/patrimonio-artistico-cultural-del-instituto-columela-de-cadiz/#sthash.nhmBeFRE.dpuf
Francisco Prieto (Valladolid, 1884 – Cádiz 1966) estudió en la Escuela de Artes y Oficios Artísticos de Valladolid (1896-1902) y en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando en Madrid. Aunque estas fechas corresponden en la historia del arte con el auge del postimpresionismo, la formación inicial que recibe Prieto es académica. En 1905, con 21 años, se traslada a París, lugar en el que aclaró su paleta vivificando los colores y perfeccionando sus cualidades de iluminista y colorista.
Su vinculación a Cádiz comienza en 1917, año en el que obtuvo una plaza de Profesor Especial de Dibujo en la Escuela Normal de Maestros y Maestras de Cádiz.
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Francisco Prieto (Valladolid, 1884 – Cádiz 1966) estudió en la Escuela de Artes y Oficios Artísticos de Valladolid (1896-1902) y en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando en Madrid. Aunque estas fechas corresponden en la historia del arte con el auge del postimpresionismo, la formación inicial que recibe Prieto es académica. En 1905, con 21 años, se traslada a París, lugar en el que aclaró su paleta vivificando los colores y perfeccionando sus cualidades de iluminista y colorista.
Su vinculación a Cádiz comienza en 1917, año en el que obtuvo una plaza de Profesor Especial de Dibujo en la Escuela Normal de Maestros y Maestras de Cádiz.
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miércoles, 1 de enero de 2014

EL CRISTO DE LA BUENA MUERTE AÚN EN EL RETABLO

Muy rica debía ser la Hermandad de la Soledad a finales del s. XVII, cuando se decidió abrir el muro de su capilla y ampliarla hasta las dimensiones que actualmente conocemos. Tras firmar el acuerdo con albañiles vecinos de Carmona, el 23 de agosto de 1683 se obligan a hacer la nueva capilla del Sagrario en la que se colocaría la imagen de Ntra. Sra. de la Soledad. 
La ejecución del retablo se firma el 8 de mayo de 1692 con el maestro escultor gaditano D. Juan Terreño Soriano, quien se obligaba a aprovechar del retablo antiguo todo lo que pudiese para el nuevo, por lo que se explica la amalgama de estilos arquitectónicos que lo componen. Éste fue sufragado economicamente por la donación testamentaria de Doña Juana de Cuenca Arenillas.
En la parte superior del nuevo retablo se colocó un crucificado, que permaneció allí hasta el año 1946 (por lo que la foto, sin fecha concreta, se obvia anterior a ese año). El Cristo se sustituyó por una cruz vacía de la que cuelga un sudario blanco. Al bajarlo se dieron cuenta de que le faltaba por tallar la espalda, y fue el Hermano Mayor, D. Feliciano Gil Gangas, médico de profesión, quien tallara la parte que faltaba con aceptable resultado. 

No fue hasta dos años años después cuando el Stmo. Cristo de la Buena Muerte entrara a formar parte de la Hermandad de la Soledad como titular.
Comparando con la actualidad, en la foto se echa en falta la urna del Santo Entierro, colocada ahora en la esquina derecha de la capilla, que no se estrenaría hasta 1983. En los años en que pudo hacerse la foto (antes de 1946) existía aún la primitiva imagen del Cristo Yacente que se sustituyó en 1948 por una nueva obra de Juan Britto, hasta que en 2003 se volviera a cambiar por un nuevo Cristo, de Ismael Rodríguez Viciana.



Fuentes:

EL DESCENDIMIENTO DEL CRISTO DE LAS PENAS

En el año 1927, Ntra. Sra. de la Quinta Angustia salia por primera vez de San Francisco con el Stmo. Cristo de las Penas en los brazos. Hasta entonces, cada uno iba en un paso y se representaba publicamente el misterio del descendimiento de la cruz en plena calle. 
Fue en 1735, al dejarlo de hacer la Hdad. del Perdón, cuando la Hdad. del Dulce Nombre comienza a celebrar el Descendimiento. Era predicado siempre por uno de los padres franciscanos, hasta su exclaustración en 1837. Primeramente se predicaba el Sermón del Descendimiento y después se procedía, por clérigos, a colocar al Cristo de las Penas en el regazo de su Madre, mientras una voz, preparada para el momento, cantaba la vieja saeta de Arcos:

"Desclavadlo del madero
y lavadle las heridas
y quitadle las espinas
y entregádselo a María,
esa Madre tan divina"

Después, la cofradía seguía hasta Santa María para hacer su estación de penitencia. La Virgen de la Quinta Angustia y el Cristo de las Penas iban en pasos separados hasta la representación del Descendimiento. Después, el paso en que quedaba la cruz vacía, sólo con unas vendas, cerraba el cortejo.
Solía representarse en la calle Corredera, a la altura del actual Banco Santander, o en la antiguamente conocida como Plazuela de la Vera+Cruz (actual "Zindicato").
En 1926 se celebra por última vez el Descencimiento, en la actual Plaza Rafael Pérez del Álamo, en el barrio de San Francisco.
En los años '70 del siglo XX hubo una corriente en la Hermandad del Dulce Nombre que pretendía recuperar esta tradición, quedando finalmente en el olvido.

Fuentes:
  • Revista "Las calles de Arcos", D. Manuel Pérez Regordán, 1977.

EL PASO DE LAS TRES CAÍDAS QUE PROCESIONÓ EN SEVILLA

De largo es sabido que es una práctica muy normal el préstamo de enseres entre hermandades cuando alguna es de nueva creación. El caso que nos ocupa vincula a la arcense Hermandad de las Tres Caídas con el Cristo de la Victoria de la sevillana Hermandad de la Paz.
Corría el año 1940. La Hdad. de las tres Caídas acababa de fundarse en el barrio de San Francisco y en Sevilla, ese Domingo de Ramos, procesionaba por primera vez la Hermandad de la Paz. Para esa primera salida, la mayoría de sus enseres eran prestados de otras cofradías de la ciudad y provincia, pero llama la atención el paso de misterio. 
Como se aprecia en la foto, el actual paso de Ntro. Padre Jesús de las Tres Caídas de Arcos procesionó por las calles de Sevilla portando a la imagen del Cristo de la Victoria en 1940. 
Por aquel entonces, el paso pertenecía a la Hdad. de Jesús Nazareno de Alcalá de Guadaira, que lo cedió para tal ocasión.  En Alcalá lo tuvieron hasta el año 1964, cuando se estrenara un nuevo paso dorado que alcanzaba los 35 costaleros. El paso de caoba había sido tallado en 1930 por Martínez de León, bajo la dirección de José Recio. El ensamblado de la madera lo realiza D. Antonio Álvarez Ordoñez.
El paso fue a parar a Sevilla tras su sustitución en Alcalá de Guadaira, a los talleres de D. José Sanjuán Cobos, hasta donde se desplazaron varios miembros de la Junta de Gobierno de las Tres Caídas en 1966, recomendados por D. Manuel Porro Martínez, por entonces Hno. Mayor del Perdón.
Al verlo, los arcenses quedaron agradados y decidieron comprarlo por 50.000 ptas. Sólo habría que hacerle unas reformas: adaptarlo a las medidas de Arcos y cambiarle los escudos laterales por los de la ciudad y la Hermandad.
El primer pago se realizó al día siguiente de la visita al taller. Para el segundo tuvieron problemas, pues no había dinero. Se intentó vender el paso viejo a un anticuario de Ronda, pero estaba en tan malas condiciones que fue imposible. Se llevó a cabo una colecta de fondos que también culminó sin éxito. Finalmente se recurrió a un préstamo a través del Banco Hispano Americano con el que se pudieron pagar las 25.000 ptas. que faltaban. 
El paso procesionó en Arcos en 1967 por primera vez. Con los años se han ido incluyendo modificaciones en su estructura.
Los actuales respiraderos se hicieron en 2006, junto con los cuatro hachones y la crestería, en el taller del sevillano D. Gonzalo Merencio Álvarez en madera de cedro, reutilizándose los anteriores para hacer un dosel de cultos y una mesa de altar.



Fuentes: